CERÁMICA GRIEGA: TIPOS DE VASOS

La cerámica griega parte de las influencias de la cerámica de Creta y Micenas. Por la extensión del comercio griego, han aparecido numerosos ejemplos de cerámica repartidas por todo el Mediterráneo.

Está realizada en arcilla, y destaca por su decoración pictórica, por lo que se la considera la pintura en la cultura griega.

Está dividida, al igual que el resto del arte griego, en cuatro etapas fundamentales: Geométrica, Arcaica, Clásica y Helenística.

Hay diferente tipos de vasos, entre los que destacamos:

- El ÁNFORA: que se utiliza para guardar cenizas, aceites y vino. Heredada de la cultura micénica, en Grecia se hace más alargada, con el cuello más estrecho y con dos asas.

- La HIDRIA: Se utilizaba para guardar el agua. Tiene 3 asas, dos verticales y una horizontal para verterla.

- La CRÁTERA: Para guardar cenizas y mezclar el vino, es un vaso muy abierto, de pie ancho y con dos asas, a veces las asas tienen forma de volutas, a estas cráteras se las llama "Crátera de volutas".



- El ESQUIFO: Es una taza con dos asas sobre pie troncocónico que servía para beber el vino.

- El LEKITOS: Tarro alto con un asa para perfumes, aunque también tiene utilización funeraria.

- KILIX, copa de vino que se decora tanto en el interior como en el exterior.

La cerámica griega se conoce gracias a que se encontró un cementerio cerámico de Atenas, cerca de donde se encontraban los antiguos talleres.

Desde el principio se diferencia claramente de la decoración de la cerámica Micénica, ya que no lleva motivos marinos, sino geométricos, con un colorido limitado que irá evolucionando a medida que nos acerquemos al clasicismo.

Etapas y Ejemplos de Cerámica Griega