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viernes, 19 de marzo de 2010

PINTURA RENACENTISTA FLAMENCA: JOACHIM PATINIR

JOACHIM PATINIR (Dinant? 1480?-Amberes, 1524), Pintor flamenco que supone, junto con El Bosco, el enlace entre Gótico y Renacimiento en la Pintura Flamenca.

Maestro del paisaje, fue considerado por su amigo Durero como “un buen pintor de paisajes” aunque siempre están supeditados a un tema central por lo general religioso, aunque hay alguna excepción. Durero precisamente realizó un retrato del artista. El paisaje es concebido por Patinir como reflejo divino, teniendo al igual que en la mayoría de las obras de la época, una gran carga simbólica.

Firmó algunas de sus obras, pero otras muchas son de atribución tanto a él como a su taller, la datación de alguna de ellas es un tema complicado. Utiliza óleo sobre tabla como es común en el Arte Flamenco. En ocasiones se limita a pintar los fondos de paisaje para obras de otros artistas, como Quintín Metsys, gran amigo suyo, en “Las tentaciones de San Antonio”.

La carga de fantasía que imprime a sus obras lo sitúan a la altura de El Bosco o de Bruegel, sobre éste último ejerció gran influencia.

Es un maestro de la utilización del color que cambian progresivamente con la altura de la pintura, siendo los tonos pardos propios de la parte baja y añadiendo sucesivamente verdes y azules en altura y profundidad. Sus representaciones rocosas son más realistas y naturalistas, ya no tan acartonadas, como en otros artistas de la época, pero no se puede atribuir a sus paisajes un lugar concreto, sino que es obra de su imaginación. La mayoría de sus obras muestran las escenas a vista de pájaro, de forma que es el paisaje el protagonista y la escena central queda convertida en una mera anécdota. Esto podría ayudar al estudio de la perspectiva, pero no destaca por su maestría en este campo ya que se limita a hacerlo por la superposición de colores dominantes.

Pasó el final de su vida en Amberes de cuya cofradía de pintores formó parte junto con Metsys (gremio de San Lucas), y allí trabó amistad con Durero.

Hay varios temas muy repetidos en su pintura, parece que se haya especializado en la representación de determinados pasajes de la historia del Cristianismo.

Bautismo de Cristo” (Kunsthistorisches Museum, Viena). Como en la mayoría de sus obras, el tema parece supeditado al paisaje. Es una de las obras firmadas, por lo que sabemos que él es el autor.


Caronte Cruzando la Laguna Estigia” (Museo del Prado). El eje de la pintura lo establece el río y sus dos orillas. Está realizada a vista de pájaro pero al perspectiva se limita a la utilización de los diferentes tonos de color superpuestos de forma horizontal. Como en el resto de sus obras, el paisaje no se corresponde a un lugar concreto.



San Cristóbal llevando a Cristo niño” (Rockox House, Amberes). Tema muy popular en la época y hasta el siglo XVII, ya que ésta imagen de San Cristóbal protegiendo a Cristo Niño se identificaba con la protección de los niños frente a la muerte súbita.


La huída a Egipto” (The Hermitage, St. Petersburg), una de las múltiples representaciones de éste tema.


La huída a Egipto” (Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, Amberes)


Descanso en la huída a Egipto” (1515-1516, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid)


Descanso en la huída a Egipto” (Strossmayer Gallery, Zagreb)


"La Oración de San Juan Bautista” (Musées Royaux des Beaux-Arts, Brussels). Sigue el modelo de la mayoría de sus obras, siendo el Bautista el eje de la pintura, a la izquierda vemos un fondo rocoso, a la derecha el río Jordán serpenteante. En el río representa una segunda escena evangélica: el bautismo de Cristo, siguiendo la moda típicamente gótica de superponer varias escenas diferentes en una única representación. Cristo aparece también caminando hacia el Bautista que está predicando. Introduce elementos simbólicos. Por un lado el árbol muerto con la parra enroscada que simboliza el árbol de Conocimiento del Bien y del Mal, que se secó según la leyenda después de que Adán y Eva comieran de él. Pero comienza a florecer de nuevo con la llegada de Cristo, que es la Vid. Por otro lado la Vid representa también la fidelidad y la inmortalidad y se enrosca en el Árbol de la Vida que es Cristo.


Descanso en la Huída a Egipto” (Museo del Prado, Madrid). Es una de las obras en las que mejor se observa la supeditación del paisaje a la escena. Está llena de detalles.
Oración de San Jerónimo” (Museum Mayer van den Bergh, Amberes), probablemente realizado junto con los pintores de su taller. Nos lo muestra como maestro del detalle siempre envuelto en un profundo fondo paisajístico.


Tentaciones de San Antonio” (1515, Museo del Prado, Madrid), realizado junto a Quentin Metsys, Patinir es autor del paisaje. Aparece la firma para confirmarlo.


San Jerónimo” (National Gallery, Londres)


San Jerónimo en el desierto” (1515-1519, Museo del Prado, Madrid), una de las que aparecen firmadas por el autor. De nuevo repite un tema ya realizado anteriormente.



San Jerónimo en el desierto” (1520, Museo de Louvre, París)


Tríptico” (1520, Metropolitan Museum of Art, New York) En el panel central aparece San Jerónimo penitente, a su izquierda el Bautismo de Cristo y a la derecha otra imagen de un santo en oración.


domingo, 14 de marzo de 2010

ARQUITECTURA GÓTICA ITALIANA: EL TRECCENTO

La Arquitectura Gótica en Italia se manifiesta tanto en la arquitectura civil como en la religiosa: Catedrales, Iglesias, palacios y Signorias. Se trata de un estilo diferente al del resto de Europa por la influencia del clasicismo, por ello muchos autores consideran al Treccento como inicio del Renacimiento.

Se utiliza el arco de medio punto o el arco ligeramente apuntado en el caso de las zonas con influencia francesa. La aparición del arbotante es excepción, ya que los edificios góticos italianos prefieren los contrafuertes robustos y grandes pilares para sustentar las bóvedas. Por ello las ventanas son pequeñas y muchas veces de forma circular.

Las fachadas son originales, muchas veces recubiertas con mármol de color en continuidad con el Románico Italiano y siguen utilizando las bandas lombardas. La policromía se extiende también en el interior de los edificios. Uno de los elementos más característicos de la arquitectura italiana será el gablete que decora las puertas de las fachadas, que es menos apuntado que en otros lugares de Europa al cobijar arcos de medio punto. La terminación de las fachadas suele ser a dos aguas o dos vertientes enmarcando un rosetón de cristalera sencilla.

El conjunto marca la horizontalidad con la superposición de cuerpos, ésta solo se rompe con la aparición de los campaniles que son muy altos.

ARQUITECTURA RELIGIOSA

Las iglesias y catedrales suelen tener planta basilical de 3 a 5 naves aunque también hay casos de planta de cruz latina, con transepto que puede o no sobresalir en planta. Utilizan la bóveda de terceletes de forma generalizada pero lo más común es la cubierta plana de madera con o sin casetones. Las cabeceras suelen tener girola muy abiertas a la capilla central y en la que se abren capillas absidiales en número impar.


"La Catedral de Milán" (s. XIV-XV), realizada por Nicolás de Bonaventure siguiendo modelos franceses y alemanes, es gótico tardío. Es el cuarto edificio cristiano más grande tras San Pablo de Londres, La Catedral de Sevilla y San Pedro del Vaticano.



Planta basilical de 5 naves con transepto.




Cubierta de bóveda de terceletes. Usa arcos ojivales.



Sobrecarga el número de pináculos y arbotantes al estilo alemán.


"La Catedral de Orvieto" (s. XIV). Realizada entre otros por Lorenzo Maitani, de origen sienés por lo que sigue los modelos de la Catedral de Siena.



Planta basilical de tres naves que se sustentan sobre pilares circulares.



La cubierta es de madera.



La fachada principal sigue los modelos de fachada-telón o pantalla que ya vimos en la arquitectura románica italiana. Se decora con relieves y mosaicos del Antiguo y Nuevo Testamento.



Marca mucho la horizontalidad al utilizar dos colores de piedra que alternan en los muros.


En su interior se encuentran entre otras las pinturas apocalípticas de Luca Signorelli (s. XV-XVI).


El gótico florentino lo analizamos al estudiar a Arnolfo di Cambio ("Santa María de las Flores", "Santa Croce" y "Signoría de Florencia").

"Catedral de Siena" (s. XIII). Principalmente románica fue terminada en estilo gótico por Giovanni Pisano, uno de los grandes arquitectos-escultores góticos italianos. Revestida de mármol blanco y verdoso colores de la ciudad, marca la horizontalidad al igual que Orvieto.



Planta de Cruz latina, separa las tres naves mediante arcos de medio punto.


Se cubre con bóvedas de terceletes.



El exterior marca la horizontalidad solo rota por la alta torre cuadrangular, la fachada principal aparece llena de colorido alternando decoración escultórica y pictórica.



ARQUITECTURA CIVIL

Destaca la realización de Palacios y Signorías (Ayuntamientos), que en muchas ocasiones parecen auténticas fortalezas-residenciales, ya que en la Italia del siglo XIII y XIV se multiplican los enfrentamientos civiles especialmente entre familias nobles que se prolongarán en el siglo XV.

Destaca por la realización de una torre en las construcciones civiles que en la Toscana con su base cuadrada será un precedente del estilo renacentista, en el resto de Italia serán de base rectangular, especialmente en Venecia.

Las fachadas de los palacios se llenan de ventanas organizadas por cuerpos horizontales, a mayor altura mayor número de ventanas.

"Palazzo Pubblico de Siena", (1297-1344) que sigue las características de las signorias de la Toscana, abriendo paso a los palacios renacentistas. Destinado a albergar al gobierno de la ciudad.




"Palacio del Dux" (1339-1343, Venecia) que destaca por su rica decoración y la originalidad de sus ventanas. Realizado a la forma tradicional italiana con superposición de cuerpos horiontales que diversifican los tipos de ventanales que en este caso disminuyen en número con la altura, remata la fachada con decoración de pináculos góticos.