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viernes, 7 de agosto de 2009

ESCULTURA ROMÁNICA ESPAÑOLA (S. XI-XII)

Destacan los pórticos de las iglesias (se analizan en la arquitectura):

- Santo Domingo de Soria (s. XII)
- San Isidoro de León (s. XI)
- Puerta de Platerías, Santiago de Compostela (s. XI)
- Santo Domingo de Silos (s. XI)
- Monasterio de Ripoll (s. XII)
- San Vicente de Ávila (s. XII)
- Pórtico de la Gloria, Santiago de Compostela (s. XII).

“Cámara Santa de Oviedo”, aunque prerrománica, la decoración escultórica es Románica.


Las esculturas de los fustes de las columnas muestran una menor frontalidad y mayor naturalidad, con relación entre las figuras, tratamiento de pliegues y movimiento en los brazos.


El estilo sigue al Maestro Mateo, algunos lo atribuyen a él.


En escultura exenta es importante:

Descendimiento de San Clemente de Tahull” (s. XII), Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Realizado en madera, está muy deteriorado ya que la madera no estaba bien seca cuando se realizó. Ahora la madera está abierta y le faltan piezas.


Este tipo de representaciones se solían colocar delante del altar.

Virgen Quiriotisa con Cristo en su regazo” (s. XII, Museo Arqueológico Nacional, Madrid), representación típica del Románico. No hay comunicación entre madre e hijo, aparece frontal, hierática como trono del Señor. En España se encuentran numerosas imágenes de estas características.



“Cristo Crucificado en Majestad” o "Cristo de Batlló" (s. XII, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona), típico crucifijo románico que sigue la tradición hispana de poner cuatro clavos y las piernas en paralelo.




Cristo aparece cubierto con el paño de pureza muy largo, que con el paso del tiempo se acortará.

Los brazos aparecen rectos, no cuelga de ellos.

Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha”, León (s. XI, Museo Arqueológico Nacional, Madrid), realizado en marfil.


Cristo con cuatro clavos y piernas paralelas. No es un Cristo muerto y no presenta rasgos de pasión. Su paño de pureza llega hasta sus rodillas.




La parte posterior del crucifijo tiene decoración floral junto con la imagen del Cordero y el Tetramorfos.


Cristo de Carrizo”, realizado en marfil.




Tiene una cabeza desproporcionadamente grande, sin rasgos de pasión, dedos largos y pelo rizado.



El Paño de pureza es largo, como marca la tradición románica.

Descendimiento de San Juan de las Abadesas” o "Santísimo Misterio" (XII, Monasterio de San Juan de las Abadesas, Gerona). Es Románico tardío, estaba situado en el ábside de la Iglesia y tiene mucha expresividad y dramatismo. Representa a Cristo junto a los dos ladrones; José de Arimatea y Nicodemo que lo están bajando de la Cruz, la Virgen María y San Juan Evangelista.




Escultura de conjunto que es precedente de los pasos de Samana Santa.

PINTURA ROMÁNICA ESPAÑOLA: FOCOS

Encontramos tanto pintura al fresco como pintura sobre tabla.

Hay dos focos principales de pintura al fresco:

ARTE ROMÁNICO ESPAÑOL: PINTURA MURAL CATALANA

San Clemente de Tahull” (XIII). Se trata de pintura tardía, pero de estilo claramente románico. El maestro que lo realizó tiene un estilo personal y diferenciado del resto.



Destaca la figura del Pantocrator que se encuentra en el ábside (hoy en el Museo Nacional de Arte de Cataluña), realizado con el estilo greco-bizantino.



Aparece Jesucristo con la mano elevada en posición de bendecir, el Alfa y la Omega, flanqueado por el Tetramorfos y debajo la Virgen y los apóstoles.


El Cristo aparece frontal, hierático e inexpresivo, pero denota fuerza y autoridad. No hay tratamiento anatómico pero si de los ropajes.


Es pintura lineal, una línea marca el contorno de la figura, y se rellena de color, usando mucho el tono azul lo que encarece la pintura al ser un color difícil de conseguir.


En el acceso al ábside aparecen representaciones de "La mano de Dios" y "El Cordero"
Otra de las representaciones que aparece en el intradós del ábside es “Lázaro lamido por un perro”, que muestra la imagen como flotando en el aire por la falta de ambientación que se limita a la colocación de franjas horizontales.


Santa María de Tahull”, con su pintura en el ábside aunque de un maestro diferente al de San Clemente. A su autor se le denomina Maestro de Santa María.


Se trata de una representación de Virgen Quiriotisa, con el niño sentado sobre las rodillas y los Reyes Magos, bajo ésta imagen se colocan los Apóstoles.


El fondo se divide en franjas, grecas con decoración de estilo clásico.

El resto de la basílica muestra imagenes del Juicio Final, con el ángel pesando las almas, los salvos y los condenados, con un tratamiento esquemático del desnudo.


También hay escenas bíblicas como David y Goliat.


jueves, 6 de agosto de 2009

PINTURA ROMÁNICA ESPAÑOLA: PINTURA MURAL DE CASTILLA

Santa Cruz de Maderuelo”, Segovia. Ahora se encuentran en el Museo del Prado en Madrid. Son de estilo Italo-Bizantino. Algunos piensan que el Maestro de Maderuelo pudo estar en contacto con el Maestro de Taull por su estilo parecido.


Las pinturas llenaban el muro frontal, la cubierta, la puerta de entrada y los laterales.

Pintura sin perspectiva.


En el ábside la imagen del Cordero y a los lados Caín y Abel, debajo los Reyes Magos ofreciendo regalos al niño y a su lado la Magdalena ungiendo los pies de Cristo.



Sobre la puerta se encuentra “La creación de Adán” “El pecado original”, con suave e idealizado tratamiento del desnudo.




En la cubierta el Pantocrator dentro de la almendra mística con la mano en posición de bendecir. También imágenes de los evangelistas y ángeles llenos de ojos.

San Baudelio de Berlanga”, Soria. Dentro de la Iglesia Mozárabe. Sigue un estilo Mozárabe-Bizantino, es muy orientalizante. (VER ARTE MOZÁRABE)

Se encuentran repartidas en varias localizaciones: in-situ, en el Museo del Prado y en Estados Unidos.

Alterna imágenes religiosas y profanas, destacando las imágenes de cacería.

Da una ambientación infantil, dos o tres arbolillos.

Es pintura plana, sin profundidad y superponiendo las figuras, el fondo es neutro.

Panteón Real de San Isidoro” León. Se conserva in-situ. Su datación es tardía.




Sigue el estilo franco-bizantino, muestra mayor desarrollo ya que es más naturalista, tiene movimiento, aunque mantiene los fondos neutros y en ocasiones utiliza el color blanco de los muros para dar más fuerza a la representación.


Se trata de un conjunto iconográfico muy completo que llena todo el espacio, incluso el intradós de los arcos en los que aparecen los meses del año.



Destaca la imagen del Pantocrator, con trazo suelto y tratamiento del ropaje, flanqueado por los símbolos de los evangelistas (Tetramorfos) que está representado de forma original: cuerpo de ángel y cabeza de animal.


Aparecen otras escenas evangélicas como “El anuncio a los pastores”, representa figuras en diferentes actitudes y con movimiento, y arbolillos que tratan de dar ambientación.




Otra representación original es "La matanza de los Inocentes".


En conjunto nos anuncia la llegada del Gótico.