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lunes, 26 de diciembre de 2011

ARQUITECTURA ITALIANA DEL QUATTROCENTO: LEON BATTISTA ALBERTI

LEON BATTISTA ALBERTI (Génova, 1404-Roma, 1472). Sacerdote, humanista, matemático, arquitecto y escritor. Se le considera el principal arquitecto Italiano del Quattrocento. Fue también un gran teórico de la Arquitectura, entre sus obras literarias destacan “De re ædificatoria” en el que establece las bases de la Arquitectura Renacentista para lo que se inspira en las obras clásicas de Marco Vitruvio; “De Pictura” y “De Statua”.

Se forma en Venecia, Padua y Bolonia, y viajará por toda Europa e Italia, empapándose de clasicismo. No se limita a trabajar en una única ciudad, pero puede ser prolífico ya que el diseña las obras para que otros las realicen.

Como arquitecto empieza a trabajar para Giovanni di Paolo Rucellai en Florencia, miembro de una poderosa familia de tintoreros, y sus formas constructivas parten del Arte Clásico, no del Medievo.

Palacio Rucellai (1447, Florencia). Realizado para la familia de su mecenas florentino, hoy en día sigue perteneciendo a la misma familia.




Sigue los modelos de los palacios Florentinos, con un sillar más marcado en los cuerpos inferiores que se suaviza con la altura al tiempo que se abren más vanos. El primer cuerpo alterna arcos y dinteles.


Separa los vanos con pilastras adosadas con capiteles clásicos superponiendo órdenes en la fachada como en el Coliseo Romano y corona el edificio con un gran alero. La altura de cada cuerpo es el doble de la altura de las ventanas que vemos en los dos cuerpos superiores y que aparecen cobijadas por arcos de medio punto, y la anchura se corresponde también con el doble de la anchura de las ventanas.



Templo de Malatesta (1450, Rimini). Segismundo Malatesta le reclama para realizar en Rimini un templo dedicado a su amante y luego tercera esposa, Isotta, y que quedará inacabado a la muerte del mecenas. Se realizó sobre la antigua “Iglesia de San Francisco” a la que añade aspectos profanos en relación a la familia de Malatesta, como la inscripción en la fachada.



El templo se encuentra aislado de otras edificaciones, realizado sobre un basamento al estilo de los templos romanos. Utiliza por primera vez su estilo de fachada en forma de arco de triunfo.




La fachada parece sobresalir del cuerpo de la iglesia como fachada pantalla, dejando ver parte de la construcción trasera al estar inacabada. La fachada se distribuye en tres calles y dos cuerpos separados por altísimas columnas estriadas de capitel compuesto, la central abre un gran arco de medio punto que enmarca el vano de entrada con un ligero abovedamiento. La puerta es adintelada y se corona con un frontón triangular que enmarca un óculo, a los lados del dintel decoración de candelieri. Las calles laterales se elevan sobre un basamento y cobijan dos arcos de medio punto ciegos sobre que debían haber cobijado los nichos de Malatesta y su amante.



Entre el primer y segundo cuerpo hay una cornisa volada en la que iba a colocar las esculturas de los amantes. El cuerpo superior iba a ser rematado con un frontón semicircular enmarcado por dos volutas, que no se llegó a realizar, ahora quedan dos molduras triangulares con óculos abiertos y dos pilastras estriadas inacabadas. En los laterales de la iglesia abre arcos a lo largo de todo el muro que cobijan nichos.



El interior tiene mucho de la anterior iglesia gótica, los arcos son apuntados, solo en la cabecera encontramos un gran arco de medio punto que abre el ábside principal.



Fachada de Santa María Novella (Florencia, 1456) Termina la fachada que había quedado inacabada en el siglo XIV, el primer cuerpo no es suyo, en él podemos ver la utilización de arcos apuntados en vanos y hornacinas.



De esta forma el interior de la Iglesia es Gótica mientras que la fachada es plenamente renacentista. Coloca en ella una inscripción en la que dedica la obra a su mecenas, Rucellai.



Utiliza el revestimiento de mármoles de colores en formas muy simples y geométricas de diseño. El conjunto de la fachada puede inscribirse en un cuadrado perfecto, que será la forma geométrica que domine en la realización de los elementos realizados por él. El cuerpo inferior que es el que contiene el gran pórtico de entrada lo remata con una sucesión de arcos de medio punto que enmarcan los arcos apuntados y enmarcados a su vez por cuatro columnas de fuste liso y capitel compuesto, el gran arco central es totalmente clásico, con pilastras con estrías que no llegan a la base y que sostienen un gran arco abovedado que enmarca una puerta adintelada con decoración de candelieri.



En el segundo cuerpo la zona central destaca sobre los laterales, como en las fachadas telón de épocas anteriores. Se realza esta parte con un gran óculo que se corresponde con el rosetón, el resto se decora con molduras cuadrangulares separadas por pilastras simuladas en pintura y mármol de color. Sobre este cuerpo un friso con la inscripción dedicatoria y el frontón triangular. Enmarcan este cuerpo dos grandes volutas con óculos ciegos.



Iglesia de San Sebastián (1460, Mantua). Encargada por la familia Gonzaga como capilla privada. Es de planta de cruz griega realizada en dos pisos, por lo que la fachada muestra una estructura original: un primer cuerpo con tres arcos que abren vanos de entrada a la capilla inferior y un segundo cuerpo que abre cinco vanos, los dos del extremo en forma de arco de medio punto y los tres centrales adintelados siendo el central más alto que los laterales y coronado por un frontón plano sobre volutas que sostiene a su vez un arco ciego.



Al piso superior se accede por escaleras situadas a la altura de los arcos de los extremos. Sobre el segundo cuerpo un entablamento con un friso sobre el que coloca un frontón muy volado y partido en su base para cobijar un vano adintelado abierto enmarcado en un arco.



Iglesia de San Andrés (Mantua, 1462). Se considera la obra más completa de Alberti aunque tardó 300 años en hacerse y se han introducido modificaciones al diseño primitivo del artista. Realizada por encargo de Luis II Gonzaga sobre lo que había sido un monasterio benedictino del que se mantiene el campanile.



La planta original era centralizada, pero fue variando y posteriormente se le añadieron los brazos del transepto, lo que la convierte en cruz latina, aunque algunos denominan a esta iglesia basílica sin ser de planta basilical.



La fachada es la principal aportación de esta iglesia, para su diseño Alberti se inspiró en los arcos de triunfo romanos, especialmente en el de Tito. El cuerpo central lo forma un gran arco abovedado con casetones que se asienta sobre pilares con estrías que no llegan a la base; este arco enmarca la entrada a la iglesia que es mediante una puerta adintelada. Los cuerpos laterales se disponen en tres cuerpos, el primero tiene un vano adintelado que da paso a un pórtico, sobre él se sitúa un segundo cuerpo con una hornacina en forma de arco de medio punto y en un tercer cuerpo abre una ventana también de arco de medio punto. Dos enormes pilastras enmarcan estos tres cuerpos.



Remata la fachada con el friso y el frontón triangular que enmarca un óculo ciego en el centro y dos abiertos a cada lado. Por encima de la fachada se puede divisar una forma abovedada que no pertenece al diseño de Alberti y que probablemente solo sea un medio para limitar la luz que entra por una de las ventanas que da a los pies de la Iglesia. Tampoco se sabe si la cúpula estaba en el diseño original de Alberti.



La nave central única está cubierta por bóveda de cañón, la primera que se hace con estas dimensiones desde época clásica, tiene los casetones pintados, aunque no se descarta que Alberti hubiera querido hacerla con piedra haciendo casetones tal y como veremos en la bóveda de la fachada. A esta nave única se abren numerosas capillas enmarcadas por pilastras.



El altar se sitúa bajo una enorme cúpula sobre tambor en el que se abren numerosas ventanas de arco de medio punto, lo que llena de luz el interior.



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