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miércoles, 5 de enero de 2011

PINTURA GÓTICA FLAMENCA: ROGER VAN DER WEYDEN (y V)

Díptico de la Crucifixión” (1460, Philadelphia Museum of Art, Filadelfia, USA). Se trata de un díptico muy relacionado con la Crucifixión de El Escorial, pero las figuras se representan de forma más escultórica.


Tríptico Sforza” (1460, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas). Realizado para Alessandro Sforza (1409-1479), contó con la mano del maestro pero también con la de artistas muy influenciados por él. Muestra una Crucifixión, y Sforza aparece de rodillas con dos miembros de su familia sin identificar. Las hojas del tríptico muestran a San Bavón y a San Francisco en la izquierda y a Santa Catalina y Santa Bárbara en la derecha. Muestra una inusual división de escenas en las hojas: en la zona superior aparecen el nacimiento de Cristo y la figura de San Juan Bautista en un tamaño equivalente al de las figuras de los santos.



El reverso del tríptico muestra a San Jerónimo y San Jorge, lo hace en forma de nicho y con un marcado acercamiento al relieve. La figura de San Jorge sería elegida probablemente por Alessandro Sforza como uno de sus santos patronos ya que él era hombre de guerra.



Altar de Ambierle” (1460-1466, Iglesia de Ambierle). Cuando Van der Weyden murió en Bruselas el 18 de junio de 1464 era el pintor más reconocido en los Países Bajos e imitado por la mayoría de los pintores de la zona. Se ayudaba de asistentes perfectamente preparados por él que continuaron su trabajo con los encargos que le habían realizado en vida. Su hijo Peter se hizo cargo del taller tras su fallecimiento y adquirió un cierto nivel de prestigio que le permitió trabajar tras la muerte de su padre. Uno de estos encargos realizados antes de la muerte de su padre fueron las hojas laterales del Altar de Ambierle, en Francia, que se completó el mismo año de la muerte de Van der Weyden, pero no cabe duda de que la obra no salió completamente de sus manos. Fue donado por Michel de Chaugy, consejero de Felipe el Bueno a la iglesia de la ciudad. Muestra escenas de la pasión, y la familia del donante con sus santos patronos aparece en las alas laterales. En los anversos aparecen nichos con figuras de santos, inspirándose en el Retablo de Beaune.


Pietá” (1460-1480, Koninklijk Kabinet van Schilderijen, La Haya, Holanda). No hay seguridad en la autoría de Van der Weyden, ya que el conjunto de la composición no guarda la unidad propia del autor, por ello se piensa que pudo ser culminada por alguno de sus seguidores. Las figuras aparecen inconexas, lo que no es propio de Van der Weyden, tampoco lo es el colorido. La figura de la Magdalena que aparece a la izquierda como apartándose de la escena central no es propia del autor y está más relacionada con la que aparece en la Pietá del maestro del altar de San Bartolomé que hay en el Museo de Louvre. Aparece San Pedro a la derecha con las llaves, lo que nos indica que puede tratarse del patrono del donante, que es un obispo, el único obispo flamenco con el nombre de Pedro en esa época es Pierre de Ranchicourt, obispo de Arras, lo que nos indica que la obra fue realizada con posterioridad a 1463. Es probable que fuera realizado por el taller de Van der Weyden pero no fuera obra del maestro, algunas de las figuras de santos tienen mucha relación con las del Retablo Portinari de Hugo Van der Goes.



Retrato de Antonio de Borgoña” (1461, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas, Bélgica). Antonio de Borgoña era el hijo ilegítimo de Felipe el Bueno y Jeanne de Prelle, y desarrollo labores militares y fue consejero de la Corte de Borgoña. Fue admitido en la Orden del Toisón de Oro en 1456 (hoy ligada a la corona de España) fundada por su padre, por ello aparece retratado con la cadena y el carnero, esto también nos indica la buena relación que mantenía con él. La cadena lleva los eslabones propios de la casa de Felipe el Bueno. El carnero hace referencia de Jasón, pero también a Gedeón, guerrero escogido por Dios en la Biblia. Se trata de personajes heroicos que servían de modelo en la época. Representar al caballero con una flecha es una tradición del lugar, es símbolo de nobleza y méritos reconocidos, pero también lo relaciona con su destreza en la caza. La datación de esta obra se facilita al saber en qué fecha fue admitido en la Orden del Toisón, pero también por el sombrero, que se puso de moda a partir de 1460. La imagen está claramente idealizada, al mismo tiempo mantiene la dignidad del personaje en su mirada serena pero firme, su expresión facial es neutra pero mantiene la mirada alta.


Retrato de una Mujer” (1464, National Gallery, Londres). Se trata del retrato de una mujer sencilla, por la vestimenta de lana que nos indica que se trata de alguien de menor rango social que otras personas retratadas por Van der Weyden. El estilo está muy relacionado con el retrato de Washington, pero su diseño está menos cuidado y su pincelada es más suelta. Su realización debió ser justo antes de la muerte del pintor. La mirada baja da a las mujeres retratadas por Van der Weyden un toque de humildad y castidad. En el reverso de esta obra representa a un Cristo coronado de espinas.


Piedad” (1464, National Gallery, Londres). La última de sus múltiples Pietás que debió ser terminada poco antes de su muerte o poco después por sus colaboradores, está considerada como una de las mejores obras de Van der Weyden. Se trata de una versión con la presencia de San Jerónimo, Santo Domingo y un donante y formaba parte de un pequeño altar portátil. El panel central muestra únicamente las imágenes de María y Jesucristo, a su izquierda aparecen el donante con su patrono San Jerónimo y a su derecha la imagen de Santo Domingo en lugar de San Juan y la Magdalena.


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