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martes, 8 de diciembre de 2009

PINTURA GÓTICA ITALIANA DEL TRECCENTO: GIOTTO DI BONDONE (IV)

FRESCOS DE LA BASÍLICA DE LA SANTA CROCE en Florencia (1320, 1325) . Concretamente en las capillas Peruzzi y Bardi. Las pinturas las realizará Giotto desde 1320 hasta el final de su vida. Hay noticias de que llegó a realizar pinturas para 4 capillas de la Basílica, pero sólo han llegado las de dos de ellas: la Capilla Peruzzi y la Capilla Bardi. Los encargos los realizaban las familias titulares de cada capilla que utilizaban como lugar de enterramiento, y que a su vez habían colaborado en la construcción de la Basílica.


Giotto muestra ya mayor madurez que en el caso de los frescos de Asís, las figuras siguen siendo de gran volumen y monumentales, pero hay una mayor relación entre ellas, movimiento y los rostros muestran más expresividad. Sigue gustando de las tonalidades pastel. Lo triste es que éstas pinturas están muy deterioradas, aunque en éstos días se procede a su restauración.


Capilla Peruzzi (1320), se encuentra en el transepto derecho, y es la segunda capilla. Mandada realizar por la adinerada famila Peruzzi, que se dedicaban a la banca en Florencia. Está dedicada a los dos santos Juanes: San Juan Bautista y San Juan Evangelista, ya que Giovanni es el nombre de los principales representantes de la familia Peruzzi cuya identificación es con San Juan Evangelista. La aparición de imágenes de San Juan Bautista se debe a que es el santo patrono de Florencia y al mismo tiempo era el santo al que se encomendó San Francisco de Asís, cuya orden regentaba la Basílica de la Santa Croce. Se trata por lo tanto de una identificación de la familia Peruzzi con la ciudad de Florencia.

El muro izquierdo muestra imágenes de la Vida de San Juan Bautista, y coincide con el lateral derecho de la capilla Bardi, que contiene imágenes de la vida de San Francisco.


"La anunciación a Zacarías", que decora la luneta superior del muro dedicado a la vida de San Juan Bautista. Zacarías se sorprende frente al ángel que le anuncia el nacimiento de su hijo Juan. Los grupos de personas que rodean la escena parecen ajenas al acontecimiento. La construcción arquitectónica en éste caso no se adapta al marco, a la forma redondeada de la luneta, por lo que aparece truncada en su parte superior.


"Nacimiento de San Juan Bautista", muestra dos escenas, a la izquierda Zacarías apunta sobre una tabla el nombre del niño, su hijo, que un grupo de mujeres le está presentando. A la izquierda aparece Santa Isabel, la madre del Bautista, durante el parto mientras es atendida por un grupo de mujeres.

"Muerte de San Juan Bautista", muestra a Herodes observando el baile de Salomé durante un banquete al tiempo que un guardia le muestra la cabeza del bautista sobre una bandeja, el extremo derecho aparece la cabeza del bautista siendo entregada por Salomé a su madre. La pintura está muy deteriorada, habiéndose perdido la mayoría de los rostros.


El muro derecho muestra imágenes de la vida de San Juan Evangelista:



"San Juan Evangelista en la Isla de Patmos" pintura que cubre la luneta del muro dedicado a San Juan Evangelista. Muestra al santo plácidamente descansando en el centro, absorto en sus visiones interiores, que coinciden con lo narrado en el Apocalipsis. En la parte alta aparece Cristo el Cordero de Dios como Rey del Universo y Juez Supremo, a su derecha la representación del Dragón que quiere apoderarse del niño que va a nacer de la Mujer en cinta. En los extremos inferiores aparecen imágenes de ángeles.


"Resurrección de la creyente Drusiana", escena que sucedió fuera de la muralla de Éfeso. La imagen central es la de la mujer que se eleva sobre su lecho. A su alrededor vemos, en el lado izquierdo a San Juan Evangelista con su séquito, y a la derecha los acompañantes de la mujer en su procesión funeraria.



"La Ascensión de San Juan Bautista", muestra la escena en un marco arquitectónico en el que sitúa numerosas figuras atónitas ante la tumba abierta de la que emerge el santo que asciende hacia el Cielo para tomar los brazos de Cristo del que emergen rayos dorados y que aparece rodeado del ejército celeste. Los ojos de Jesucristo y los del Evangelista se encuentran dándo a la representación un hondo significado místico.




"Capilla Bardi" (1325) Situada en el lateral izquierdo del transepto y contigua a la Capilla Peruzzi, al igual que en ésta, distribuye las pinturas en bandas horizontales llenando toda la estancia. Toda la narración gira alrededor de la vida de San Francisco.

"Estigmatización de San Francisco", escena situada sobre la entrada de la capilla. Es la escena cumbre de la vida del santo, representa su total identificación con Jesucristo. Cristo sobrevuela la imagen del santo, representado de forma monumental frente al tamaño del Señor, con los brazos en cruz y enmarcados con alas de ángel. De las heridas de Cristo salen rayos que marcan los estigmas del santo en manos, pies y costado. El santo aparece con un gesto asustado ante la presencia del Redentor.



"Renuncia a los bienes del mundo", situada en la luneta superior del muro izquierdo de la capilla.
Sobre un fondo arquitectónico muestra la escena al aire libre de Francisco desnudo bajo la capa del obispo después de renunciar a los bienes del mundo frente a su enfadado padre, al que ha entregado sus ropas.

"Aparición en Arles", situada en mitad del muro izquierdo de la capilla. Representa la aparición de San Francisco en Arles mientras que el Hermano Agustín predicaba para confirmar su predicación. El marco arquitectónico abierto no nos muestra goticismo, sino clasicismo.



"Muerte y Ascensión de San Francisco", situada en la zona baja del muro izquierdo de la capilla. En un marco arquitectónico abierto muestra la escena de la muerte del santo que yace en el centro rodeado de gran cantidad de sus monjes. Sobre la escena aparece un grupo de ángeles que toma el alma del difunto para llevarla al cielo. Un grupo de nobles asiste a la escena mientras que los monjes besan los estigmas del santo.


"Confirmación de la Regla". Situada en la luneta alta del muro derecho de la capilla. De nuevo la composición maestra de Giotto nos sitúa un escenario arquitectónico, muy detallista por la decoración de los muros, abierto sobre un fondo neutro. El papa Honorio III confirma la regla franciscana ante San Francisco y un grupo de sus monjes.
"San Francisco ante el Sultán", sitúada en la zona media del muro derecho. Giotto muestra su maestría en la distribución y orden de los espacios. Con la imagen central del Sultán entronizado, Melek el Kamel, nieto de Saladino. Francisco le explicó que no los enviaba nadie, ni querían pasarse al Islám: "Somos embajadores de nuestro Señor Jesucristo -le dijo- y traemos un mensaje de su parte, para ti y tu pueblo: que creáis en el Evangelio". También le explicó que, por el bien de su alma, estaba dispuesto a demostrarle, en presencia de los sabios de su reino, que su religión era falsa, no con argumentos bíblicos (pues no creían en las Escrituras), ni racionales (pues la fe está muy por encima de la razón), sino entrando él y sus jefes religiosos en una gran hoguera. "Y si me quemo -terminó diciendo- atribúyelo a mis pecados, pero si no, será señal de que tu religión es falsa, y tú te harás cristiano y creerás en Cristo, fuerza y sabiduría de Dios y Señor y Salvador de todos". Al oír esto, algunos jefes religiosos musulmanes allí presentes se escabulleron enseguida, alarmados, haciendo sonreír al rey, que respondió: "No puedo hacer esto, mi gente me mataría a pedradas". Giotto sitúa en éste fresco rostros de gentes de color y de diferentes razas, lo que indica que los conocía porque estaban presentes en la sociedad florentina.



Visión de la Ascensión de San Francisco. Muy deteriorada.


Entre las pinturas sitúa un retrato de Santa Clara. Enmarcada en un arco apuntado polilobulado. la santa es representada con un retrato frontal y portando una azucena símbolo de pureza.

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