martes, 8 de diciembre de 2009

PINTURA GÓTICA ITALIANA DEL TRECCENTO: PEDRO Y AMBROSIO LORENZETTI

Piero y Ambroglio Lorenzetti, nacidos en Siena pertenecen a la Escuela Sienesa del Treccento Italiano. Su formación se debió principalmente a la influencia de El Duccio, pero el conocimiento de la obra de Giotto y los Pisano hace que desarrollen un estilo propio.

Ambos firmaban y fechaban sus obras, por lo que no hay dudas de atribución.


Destacan por la realización de los paisajes en sus obras, donde incluyen un naturalismo que enlaza con el Renacimiento.


Realizan obras tanto de tema profano como religioso, destacando las Madonnas con el niño, a las que impregnan de una ternura especial.


Pintan al fresco y sobre madera usando la témpera.


Se cree que los dos hermanos murieron por causa de la peste que asoló Siena en 1348.


PIETRO LORENZETTI (1290?-1348), más tradicional en sus formas de representar que su hermano.


En sus primeras obras muestra un seguimiento fiel de las pautas marcadas por los artistas góticos italianos es el caso de "Cristo Crucificado" de 1320, con la utilización del pan de oro; pero ya apreciamos un gusto por el estudio anatómico y los volúmenes que enlazan con el Renacimiento. Representa a Cristo muerto en la cruz y el el extremo de los brazos hace una representación de la Virgen y San Juan.



"Virgen entronizada" de Crotona, 1320. Pietro Lorenzetti y su hermano Ambrosio muestran siempre un trato delicado entre las figuras de madre e hijo, estrechamente relacionados y con mucha ternura.



"Políptico de Arezzo" en Arezzo, 1320, con mucha influencia de El Duccio. En el centro inferior la imagen de la Virgen y el niño, sobre ella la escena de la anunciación, y a su alrededor imágenes de ángeles, santos y apóstoles en diferentes tamaños. Sigue usando el pan de oro con profusión. La imagen del centro nos demuestra el interés por el detalle en el tratamiento de los ropajes de la Virgen.




Pietro colabora con El Giotto y Simone Martini en las pinturas murales de la Basílica de San Francisco en Asís, realizando una serie de pinturas en la Basílica Inferior sobre la Pasión de Cristo.


Destaca allí su "Entrada de Cristo en Jerusalén", en el que despliega gran cantidad de figuras enmarcadas en un paisaje acartonado con el fondo de las murallas de la ciudad. Se aprecia la perspectiva inversa, típica de la pintura italiana del Treccento.



Otro fresco de la Basílica de Asís es "La última Cena" donde muestra su gusto por lo anecdótico mostrando la labor en la cocina.



"Madonna con ángeles entre San Nicolás y el Profeta Elías", Siena 1328. Formaba parte de un retablo dedicado al convento de los Carmelitas de Siena, hoy despedazado.



De este retablo formaba parte esta "Historia de Elías", en la que ya introduce un paisaje acartonado y varios relatos en la misma representación.




"Varón de Dolores", Siena 1330. Formaba parte de un tríptico con el motivo central de una Madonna.



"Virgen entronizada con ángeles" Galería Uffici, 1340. Muestra esa relación especial entre madre e hijo característica del artista.



"Natividad de la Virgen" en la catedral de Siena, 1342. Una de sus últimas obras. Utiliza la perspectiva inversa en una escena de interior que remueve los muros para poder aparer ante nosotros, algo que se generalizará en el Renacimiento. De esta manera muestra interior y exterior al mismo tiempo, y puede profundizar en el paisaje. En el centro la imagen recostada de Santa Ana con María recién nacida y a su lado San Joaquín recibiendo las felicitaciones. La originalidad por la distribución hace que simule ser un tríptico.



AMBROSIO LORENZETTI (1290?-1348)


"Madonna del Abate Vico", 1319. Una de sus primeras obras con mucha herencia románica y bizantina.



"Virgen, Santa Magdalena y Santa Dorotea", Siena 1325, tríptico. Procedentes del Convento de Santa Petronila en Siena y concretamente de la Iglesia de los Humildes. Muestra una Madonna en relación de ternura con su hijo como es generalizado en la pintura de los Lorenzetti. El niño porta en su mano una inscripción en la que se puede leer "bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos" (beati pauperes). A su derecha Santa Dorotea, a su izquierda María Magdalena. Lorenzetti mezcla en la imagen de la Magdalena la representación de tres mujeres destacadas del Evangelio: María Magdalena (lleva el ungüento en sus manos), María hermana de Lázaro y Marta (luce en su pecho la cara de Cristo sangrante) y la de la pecadora que lava los pies del Señor con sus lágrimas y los seca con sus cabellos (luce una larga y rojiza cabellera). Frente a Magdalena santa Dorotea que porta el ramo de flores, ya que el incrédulo Teófilo le pidió que le enviara flores y frutos del Paraíso antes de martirizarla, en oración antes de su martirio se le apareció Cristo niño y le entregó una canasta de flores y frutos del Paraíso que supusieron la conversión de Teófilo. Las dos mujeres simbolizan la Pasión y la Resurrección.


Bajo este tríptico, en el banco, había una representación de la Lamentación sobre Cristo muerto.


"La Virgen de la Leche", Siena 1330. Temática que se extenderá mucho entre los pintores hispanos, sobre todo los del Reino de Aragón estrechamente ligado a Italia.




"Políptico de San Nicolás", Galería Uffici, Florencia, 1327-1332, realizado para la Iglesia de San Próculo de Florencia. Probablemente en el centro tuviera una representación del santo, nos quedan algunas tablas sueltas: La primera que vemos muestra a san Nicolás dándo la dote a las tres vírgenes para salvarlas, su padre está dispuesto a prostituirlas al no haber nadie que quiera casarse con ellas sin dote, san Nicolás arrojó por su ventana durante la noche tres sacos de oro como dote de cada una de ellas. la imagen inferior muestra la consagración de San Nicolás como obispo.




La segunda tabla que vemos muestra en la escena superior la resurrección del niño muerto. La inferior Nicolás como obispo sacando y multiplicando los sacos de trigo que habían caído al mar, para salvar del hambre al pueblo.



"Virgen en Majestad con ángeles y santos", 1335. Tiene muchas influencias del Duccio y de Simone Martini.




"Pequeña Majestad", 1335-1340. Sigue utilizando los fondos de pan de oro, pero las figuras emergen de él con maestría, destacando el color azul del lapis lázuli. Maneja con maestría los detalles: las flores del jarrón en primer plano, la decoración de los azulejos del suelo, las casullas, los nimbos, las vestiduras... la disposición de las figuras y el orden en la composición piramidal es ya renacentista. A la izquierda santa Isabel de Hungría, a la derecha Santa Catalina de Alejandría, a la izquierda de rodillas el papa Clemente I y San Nicolás y a la derecha el papa Gregorio I y san Martín.




"Tríptico de San Miguel", Asciano 1330-1335.




Pinta al fresco los muros de la Signoría de Siena (1338-1339), destacando las obras "Alegoría del Buen Gobierno" y "Alegoría del Mal Gobierno", en los que usa el colorido alegre en el primero y los tonos oscuros y sombríos en el segundo.




"Alegoría del Buen Gobierno", muestra en primer término, aunque con perspectiva inversa, al pueblo de Siena. Tras ellos las figuras alegóricas de las virtudes, en el centro la figura entronizada que representa el pueblo de siena y su buen gobierno que tiene a sus pies la imagen de dos niños que son los hijos de Remo (Ascio y Senio) fundadores de Siena. A la izquierda de la figura entronizada aparecen las alegorías de: La paz, la fortuna y la prudencia; a su izquierda: la magnanimidad, la templanza, la justicia. Ésta última aparece también en el extremo izquierdo del freco portando la balanza y sujetas por la imagen entronizada de la sabiduría.





"Alegoría del Mal Gobierno" aparece en la pared opuesta a la del Buen Gobierno. En el centro aparece entronizada la Tiranía, con la apariencia del demonio con cuernos y colmillos. La figura de la tiranía tiene cabello de mujer, un manto con bordados de oro y piedras preciosas, una copa de oro en la mano y una cabra, el símbolo tradicional de la lujuria, a sus pies. Sobre esta imagen aparece la injusticia, con la balanza rota, y al lado de la tiranía los vicios.



A los pies de ésta imagen se ve las consecuencias de la tiranía, la injusticia y los vicios en el pueblo.




"La Presentación en el Templo", Galería Uffici, Florencia, 1342. Estamos ante el cuadro más renacentista de Ambrosio, el estudio de la perspectiva, del volumen, de la luz, del color,... Ya no hay línea de contorno, el volumen se estudia de forma maestra para su época, los contrastes de luz del primer y segundo plano, hay un gran detallismo.




"La Anunciación", Siena 1344. Su última obra. Sigue manteniendo aspectos góticos como el pan de oro, pero ya hay un estudio serio de la perspectiva lineal mediante los baldosines, un mayor tratamiento del volumen de las figuras sin descuidar el dibujo.


La forma de representar a las dos figuras es la típica que se generaliza en Italia, una columna separa las imágenes del ángel y de la Virgen, lo que veremos también en el arte renacentista italiano. El ángel de rodillas, la virgen sentada, igual que en el cuadro de Leonardo da Vinci.

4 comentarios:

  1. Excelente entrada sobre la pintura italiana del Trecento. Hace tiempo que sigo tu blog y tienes unos post de lo más enriquecedores. Quisiera invitarte a que conocieras el nuevo blog que hemos hecho de arte para los alumnos del instituto de Dos Hermanas (Sevilla). La dirección es http://artetorreherberos.blogspot.com/
    Mi correo es pacohidalgo63@gmail.com
    Un cordial saludo. Paco Hidalgo

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  2. Magnifica entrada sobre la pintura del trecento. A mi el que más me gusta es Simone Martini, aunque prefiero a los primitivos flamencos. Llevo bastante tiempo siguiendo este blog y querría invitarte a que conocieras mi blog sobre arte para los alumnos del Instituto de Dos Hermanas (Sevilla). La dirección es http://artetorreherberos.blogspot.com/ y mi correo es pacohidalgo63@gmail.com. Un abrazo

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  3. Gracias a tí por tu apoyo. Se trata de dar cancha a lo que más amamos: el arte.

    Un abrazo,

    Isabel W.

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