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sábado, 12 de febrero de 2011

PINTURA GÓTICA FLAMENCA: HUBERT VAN EYCK (?-1426)


HUBERT VAN EYCK (nacido en fecha desconocida en Maeseyck, cerca de Mons, falleció en Gante en 1426). En el pasado numerosos historiadores pusieron en duda la existencia de Hubert, hermano mayor de Jan, Lambert y Margareta Van Eyck, hoy día podemos asegurar que vivió y pintó junto a su hermano Jan y falleció muy joven. 

La prueba fundamental la tenemos en el Políptico de la “Adoración del Cordero Místico” que fue encargado por Jodocus Vijd, burgomaestre de Gante y guardián de la Abadía de San Juan y su esposa Elisabeth Borluut, y que muestra una inscripción en la que se lee que fue iniciado por el pintor Hubertus Eyck y terminado por su hermano Jan; esta inscripción data del 6 de mayo de 1432 fecha en la que se instaló el políptico en la capilla y descubierto en 1823. A parte de esto en San Bavón de Gante tenemos la lápida de su tumba en la que se detalla la fecha de su fallecimiento.

Por otro lado el análisis estilístico del Políptico de la Adoración nos muestra dos manos diferentes, las tablas de la parte baja tienen un estilo del Gótico Flamenco mucho más primitivo y probablemente salieran de la mano de Hubert, que fue el que marcó cómo realizar la obra en conjunto, su hermano Jan terminó lo iniciado siguiendo éstas pautas pero usando su propio estilo. Los paisajes son distantes y poco precisos sin relación con las figuras centrales y utiliza la perspectiva de ojo de pájaro.

Pinta óleo sobre tabla, herencia del Maestro de Flémalle.

Las Tres Marías en la Tumba” (?, Museum Boijmans Van Beuningen, Róterdam). Universalmente aceptada como obra de Hubert. Muestra esa perspectiva de ojo de pájaro que se ve también en el políptico de la Adoración. El foco va de arriba abajo para mostrar el fondo. La colocación de la lápida perpendicular al sepulcro nos remite a la Cruz, como símbolo de la salvación. Las figuras están aisladas, parecen independientes unas de otras, pero vemos un primitivo estudio del volumen con la utilización de sombras que la utilización de óleo facilita, así como de los brillos del metal en las armaduras. Los paisajes no están conseguidos, son acartonados, lo que lleva al espectador a fijar su mirada en la escena y los personajes, que es lo principal.





“Políptico del Cordero Místico” o “Altar de Gante” (Catedral de San Bavón, Gante) Óleo sobre tabla. Ver ENTRADA HAZ CLICK AQUÍ.

PINTURA GÓTICA FLAMENCA: RETABLO DE GANTE o ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO de los hermanos Van Eyck


Políptico del Cordero Místico” o “Retablo de Gante” (1432, Catedral de San Bavón, Gante) Realizado por Jan Van Eyck junto con su hermano Hubert que falleció antes de terminarlo. Un cuarteto que se situó junto a la tabla cuando fue terminada en mayo de 1432, nos informa que fue iniciado por Hubertus Van Eyck y terminado por su hermano Jan a petición de Jodocus Vijd, burgomaestre de Gante y guardián de la Iglesia de San Juan, y su esposa Elisabeth Borluut. 

El análisis estilístico de la obra nos muestra que trabajaron dos artistas. La concepción general de la obra es de Hubert, así como la realización de los paneles inferiores que siguen claramente el estilo internacional que practicó este pintor de temprano fallecimiento aunque se engloba en el estilo Gótico Flamenco. Sus formas son más arcaicas y menos originales que las de su hermano Jan. Las figuras parecen no tener ninguna relación con el paisaje que las rodea y la composición utiliza la perspectiva de vista de pájaro propia del gótico primitivo. 

El conjunto de la obra muestra una carga mística y esotérica considerable, inspirada por el Apocalipsis de San Juan y de significado tanto espiritual como intelectual. Cuando lo abrimos nos encontramos con la representación de conjunto de la Comunión de los Santos, en un “Cielo nuevo y una Tierra nueva”, como nos cuenta el Evangelista.




TABLAS INFERIORES: HUBERT VAN EYCK

La tabla inferior central, realizada por Hubert Van Eyck, nos muestra las ocho bienaventuranzas rodeando el altar sobre el que Cristo aparece representado como cordero sacrificado cuya sangre, que cae dentro del cáliz, purifica al Mundo. A derecha e izquierda acuden en procesión los santos, en un lado los patriarcas del Antiguo Testamento, en el otro los santos del Nuevo Testamento; unos permanecen de pie, otros caen de rodillas. Al fondo a la izquierda los representantes de la Iglesia: los papas, obispos y sacerdotes, los confesores de la fe;




También representa el sacrificio de la Eucaristía, en el que el Espíritu Santo transforma el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, Sacramento central de la Iglesia. Se unen así Apocalipsis y celebración Eucarística, como el momento en que Cielo y Tierra rompen el velo de separación y se unen para Glorificar a Jesucristo, que se hace presente como Rey del Universo.






Una fuente en primer plano simboliza el agua de vida que lleva a la vida eterna. El fondo de paisaje paradisiaco une las cinco tablas inferiores en una sola composición. La perspectiva de vista de pájaro nos permite vislumbrar el fondo con la representación de ciudades majestuosas que simbolizan la Jerusalén Celestial.





a la derecha los mártires y las vírgenes, portando las palmas del martirio y llevando las coronas de gloria: “Los que han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero”. Todos parecen emerger del interior de un bosque profundo. Alrededor del altar un grupo de ángeles portan los símbolos de la Pasión.




Las tablas laterales nos muestran la comunidad de los Santos. Se representan según su trabajo en la tierra: las tablas de la izquierda presentan a los hombres de guerra que forman el ejército de Cristo




que son seguidos por los jueces justos.




Las tablas de la derecha muestran a los monjes




y eremitas seguidos por los peregrinos, que constituyen el grupo humano más admirado en la Edad Media y que aparecen capitaneados por un gigante San Cristóbal. Algunos expertos opinan que esta imagen es un homenaje al hermano de Jodocus Vijd, el donante, que se llamaba Christopher.





PARTE ALTA: JAN VAN EYCK

La parte superior del político fue pintada por Jan Van Eyck. La utilización de luces y sombras, claro-oscuro, nos indican una evolución en la técnica pictórica que diferencia a los dos hermanos Van Eyck. Aquí vemos una realización de las figuras más cuidada, interesada en el volumen y tratando de dar tridimensionalidad como en las esculturas.


Muestra en la tabla central a Dios Misericordioso, la Palabra, esencia y origen del Universo entero, que aparece enmarcado por un nicho. Lleva un manto rojo, símbolo de la Pasión, y está coronado; sentado en majestad hace el gesto de bendición con la mano derecha y porta el cetro en la mano izquierda.





A su izquierda una tabla muestra a la Virgen María, ricamente vestida y coronada como Reina del Universo.





A la derecha de Dios Misericordioso San Juan Bautista, que como María aparece enmarcado por un nicho siguiendo el estilo de la tabla central.




A continuación grupos de ángeles cantores y músicos. Se trata de dos tablas consideradas en sí como auténticas obras de arte, y, aunque parezca que están fuera del conjunto, encajan perfectamente con la concepción y el tema representados. Se trata de ángeles sin alas que cantan alabanzas al Señor. Se sitúan pues en una esfera celestial, pero también están en consonancia con la escena central de la parte baja del Políptico. Representa a este coro de ángeles con la naturalidad de cualquier coro que cantara en las iglesias del siglo XV. Algunos expertos afirman que las diferentes expresiones de los ángeles son el reflejo de las cinco emociones divinas: Gaudentia (alegría ante la magnificencia de Dios), Spes (esperanza por la generosidad divina), Pietas (amor devoto hacia la gracia del Señor), Timor (ante la posibilidad de perderle) y Dolor (ante el pecado que clama misericordia).




El número 24 que es de los ancianos del Apocalipsis aparece reflejado en el arpa, que tiene 24 cuerdas en lugar de 25. La numerología es importante ya que la utiliza en los instrumentos: el órgano tiene 21 tubos (3 octavas) en lugar de los 15 normales, lo que se identifica con la Trinidad, la viola tiene 5 cuerdas en lugar de 4 o 6, lo que indica un número indefinido (¿los salvos?).





Y en los extremos dos tablas que muestran a la izquierda a Adán, el primer hombre, y a la derecha a Eva, la primera mujer; se trata de figuras de cuidado volumen que impactaron en su época, no solo por tratarse de desnudos, sino por su perfección técnica en el tratamiento anatómico. Estas dos figuras aparecen enmarcadas en sendos nichos en cuya parte superior representa dos episodios de la vida de Caín y Abel en grisalla: las ofrendas de ambos y el asesinato de Abel prefiguran el Sacrificio de Cristo.





La figura de Eva nos muestra a una mujer claramente en estado, su abultado vientre así lo indica. Este detalle y la representación de Caín matando a su hermano Abel simbolizan también el sufrimiento de la humanidad y a la par la Redención que vendría al mundo de la mano de Jesucristo.





REVERSO: JAN VAN EYCK

El reverso del políptico pintado parte en grisalla y parte con colorido, muestra tres niveles con figuras en dimensiones diferentes, pero todas reciben la misma luz que permite el estudio escultórico y volumétrico de las figuras. Muestra en la parte superior central a las sibilas Eritrea y Cumana con citas de Virgilio y San Agustín en la cinta que las rodea y que hacen referencia a la Anunciación, en los extremos superiores los profetas Zacarías y Miqueas que presentan colorido y están enmarcados en arcos de medio punto. Alrededor de las figuras aparecen escritos sus nombres.




Muestra en la parte superior central a las sibilas Eritrea




y la Sibila Cumana con citas de Virgilio y San Agustín en la cinta que las rodea que hacen referencia a la Anunciación,




Las figuras de la Anunciación están separadas por otras dos pequeñas tablas que muestran la ambientación de la estancia y colorido, en una se abre una ventana que muestra la ciudad



y la otra muestra una toalla colgada, un lavabo y un aguamanil.




Las tablas centrales muestran una representación de la Anunciación realizada en grisalla, en el extremo izquierdo la figura del Arcángel San Gabriel, y sobre él el profeta Isaías,




y la tabla del extremo izquierdo muestra a la Virgen María, sobre ella el profeta Miqueas. Las figuras de María y el ángel muestran un rostro que resalta su carácter espiritual frente a otras de corte más mundano.





En la parte inferior central las figuras de San Juan Bautista patrono de la Catedral de Gante,




y San Juan Evangelista autor del Apocalipsis,




y en los extremos las figuras de los donantes, Jodocus Vijd,




y Elisabeth Borluut, que también presentan colorido y se encuentran dentro de nichos de corte gótico tardío.



PINTURA GÓTICA FLAMENCA: JAN VAN EYCK (1390?-1441)



JAN VAN EYCK (nacido antes de 1395, Maaseyck, Limburgo, 1441, Brujas). Se trata del pintor más innovador y famoso del estilo Gótico Flamenco del siglo XV junto con Roger Van der Weyden. No conocemos bien sus orígenes pero sí conocemos bien el desarrollo de su carrera. Probablemente aprendiera de la mano del Maestro de Flémalle, como también lo hizo Van del Weyden. Empezó su carrera trabajando con su hermano Hubert.

Entre 1422 y 1424 estuvo empleado en la corte de Juan de Baviera, Conde de Holanda, en La Haya. En 1425 fue nombrado pintor de corte y ayuda de cámara del duque Felipe el Bueno de Borgoña. Recibió encargos que no se limitaban a la pintura, realizó un viaje a España y Portugal (1428-1429) que culminaron con el matrimonio de Felipe con Isabel de Portugal en 1430. Entre 1432 y 1433 se traslada a Brujas donde realizará la mayor parte de su trabajo.

Trabaja en óleo y suele barnizar sus cuadros. Algunos consideran que es el inventor del óleo, lo que sabemos que es falso, pero no cabe duda de que perfeccionó la técnica. El óleo le permite ser detallista, realista en las formas, luz, volumen, etc. Se muestra como maestro a la hora de realizar veladuras, metal, telas, cristal,…

Fue enterrado en julio de 1441.


Díptico” (1420-1425, Metropolitan Museum of Art, Nueva York). Su atribución a Jan Van Eyck es discutida. Las dos hojas representan respectivamente la Crucifixión y el Juicio Final. Se trata de las hojas laterales de un tríptico cuya hoja central está perdida. El cuidado en los detalles lo identifican con Van Eyck. En el marco aparecen anotaciones del libro de Isaías, el Deuteronomio y el Apocalipsis.




Madonna en una Iglesia” (1425, Staatliche Museen, Berlín). La composición asimétrica nos indica que se trata de la hoja izquierda de un díptico. Hay copias contemporáneas que nos indican que así era.




Estigmatización de San Francisco” (1428-1429, Philadelphia Museum of Art, Filadelfia, USA). Es probable que realizara esta pequeña tabla durante su viaje a España en 1428-1429. Hay una copia posterior (1450) de él en la Galleria Sabauda de Turín.




El hombre del anillo” (1430, Romanian National Museum, Bucarest). Se atribuye a Jan Van Eyck a pesar de que en la esquina superior izquierda aparece una firma de Durero que es falsa.




Retrato del Cardenal Niccolò Albergati” (1431-1432, Kunsthistorisches Museum, Viena). Albergati era un monje cartujo de Bolonia que se convirtió en Obispo de esta ciudad en 1417 y en cardenal en 1426. En 1431 el Papa Martín V lo envió a Borgoña para mediar entre el rey de Inglaterra, el rey de Francia y el Duque de Borgoña. Felipe el Bueno encargó a Jan Van Eyck pintar su retrato. Durante su corta estancia el pintor solo pudo hacer una serie de bocetos, realizando el retrato más tarde.




Retrato de hombre joven (Timoteo)” (1432, National Gallery, Londres). Muestra a un hombre representado en tres cuartos, de unos 30 años, ligeramente volteado hacia la izquierda y sobre un fondo oscuro. Lleva un turbante muy a la moda que deja caer una bufanda lateral en tonos verdes, sobre un traje rojo, lo que agudiza el contraste de color. Apoya sus manos sobre una balconada y sostiene un rollo de papel. La identidad del personaje es una incógnita, aunque la inscripción nos hace creer que se trata de alguien llamado Timoteo, nombre que no se usaba en los Países Bajos antes de la Reforma, por lo que se cree que puede tratarse del retrato del personaje del Nuevo Testamento a quien San Pablo dirige dos de sus cartas. Pero esto choca con la inscripción que aparece en el parapeto: LEAL SOUVENIR (recuerdo leal), que parece dirigido a un personaje vivo aunque parezca un epitafio.




Políptico del Cordero Místico” o “Retablo de Gante” (1432, Catedral de San Bavón, Gante) Realizado junto con su hermano Hubert que falleció antes de terminarlo. VER ENTRADA PROPIA PRESIONANDO AQUÍ.

El Hombre del Turbante” (1433, National Gallery, Londres). Se trata de un retrato realizado siguiendo un modelo del Maestro de Flémalle, aunque con los toques particulares de Van Eyck. El conjunto hace que pensemos que Van Eyck da más importancia a la realización del turbante que al rostro del hombre. El gran paño rojo recogido sobre la cabeza del hombre anónimo muestra tal detallismo que se piensa que el pintor lo copió de un modelo realizado sobre un caballete, al estilo de cómo se realizaban las naturalezas muertas. La utilización del óleo en lugar de la témpera ayuda para que el colorido destaque más por su brillo y viveza.




El rosto del hombre queda sumergido en el imponente turbante, al igual que en el resto de retratos de Eyck nos lo muestra impasible, pero con gran fuerza. Su mentón rígido destaca sobre el suave visón del cuello, pero su mirada fija y desafiante al espectador asusta, especialmente por tener el ojo izquierdo ligeramente inyectado en sangre.




El Matrimonio Arnolfini” (1434, National Gallery, Londres). Tabla cumbre en la obra de Jan Van Eyck, es una de las pinturas magistrales de su época. Cuajada de simbolismo, nos muestra el profundo sentido del matrimonio y su carácter trascendental. Los representados son Giovanni Arnolfini, banquero italiano, y su esposa Giovanna Cenami, que aparecen de pie en el centro de su alcoba, de la mano y de cara al espectador. Las figuras aparecen vestidas con ropajes pesados y abrigados lo que nos indica que no es verano, a pesar de la luz que entra por la ventana que se abre a un jardín con cerezos cuajados de fruta. La luz entra lateralmente en la estancia iluminándola parcialmente y de esta manera el autor juega con luces y sombras.




Detalle de Giovanna Cenami, esposa de Giovanni Arnolfini. Su manera de sujetar el manto sobre su vientre es interpretado por muchos como que estaba en estado de buena esperanza, lo que también es considerado como una de las finalidades del matrimonio cristiano: la procreación.




Una de las características principales de esta pintura es la carga de simbolismo que llena el conjunto. Las naranjas que aparecen en el mueble bajo la ventana son símbolo de la inocencia anterior a la caída en el pecado original. La vela encendida en la lámpara que hay sobre ellos simboliza el ojo de Dios, pero también puede significar la luz del matrimonio. El pequeño perro simboliza la fidelidad y el amor matrimonial. La cama matrimonial cubierta por un cubrecama rojo simboliza la unión física entre hombre y mujer que es esencial para la perfecta unión en el matrimonio cristiano.




A pesar de que toda esta carga simbólica es importante, quedan en un segundo plano frente a lo que parece un elemento central en la pintura, que es el espejo. En él se refleja la pareja de espaldas, pero frente a ellos aparecen dos figuras que hacen de testigos de esta unión matrimonial. Se trata del pintor y junto a él aparece otro personaje. Al ser un espejo convexo recoge el conjunto de elementos de la habitación así como del jardín, incluyendo algunas cosas que de otra manera no podrían aparecer desde el punto de vista del autor. Se trata de mostrar la totalidad de la obra en una pequeña parte de ella: un cuadro dentro de otro cuadro. El detalle nos muestra la firma de Van Eyck que aparece entre el espejo y la lámpara “Jan Van Eyck estuvo aquí, 1434”, lo que algunos interpretan como que fue testigo del matrimonio, aunque es más factible que se trate únicamente de la manera de expresar que él es el autor de la tabla.




Sin conocer las técnicas de la perspectiva, Van Eyck la aplica de forma intuitiva mediante el diseño rectangular de la habitación y la utilización del espejo que abre nuevas posibilidades de estudio del espacio. En el estudio de la perspectiva lineal utiliza las líneas de las baldosas del suelo, mientras que el espejo le permite realizar un primitivo aunque no perfecto estudio de la perspectiva aérea.




La mano derecha de la mujer que se dirige hacia el esposo está abierta de cara al espectador. Van Eyck puso un especial interés en realizarla así, de manera que sacrifica la realización del brazo de su esposo, que parece anormalmente corto. La interpretación de este gesto también es debatida, para algunos simboliza la mujer como mano izquierda del hombre, para otros simplemente el gesto de profunda unión que conlleva el matrimonio.




También los zuecos o sandalias que aparecen en la parte inferior izquierda de la representación tienen carga simbólica, para algunos se trata de un gesto de quitarse el calzado al estar en un lugar sagrado: el matrimonio. También se trata de un típico regalo de bodas de la época.




Virgen con el Niño leyendo” (1434, National Gallery of Victoria, Melbourne). La inscripción en la parte superior izquierda de la pared pone: “COMPLETU ANO D MCCCCXXXIIII P JOHEM DE EYC BRVGIS” y el lema del artista a la derecha: “ALS IXH XAN”. A pesar de todo la atribución al artista es dudosa.




Boceto del retrato del Cardenal Niccolò Albergati” (1435, Kupferstichkabinett, Dresde, Alemania). Se trata de uno de los bocetos que realizó el propio Van Eyck para el retrato de un hombre erróneamente identificado con el Cardenal Albergati, aunque se siga manteniendo esta identificación, la pintura definitiva se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena . Es un documento excepcional dado que la mayoría de los dibujos previos realizados para las obras se han perdido. Realizado sobre papel, la técnica nos muestra que sobre él colocaban una capa suave de pintura de tonos pálidos de la que resultaba una superficie rugosa sobre la que pintaban el boceto en lápiz, resaltando los contornos con un lápiz de punta de plata que marcaba una línea gris indeleble. En la base hay anotaciones que indican el color a utilizar en el rostro y el cabello. Este tipo de boceto no nos suele llegar ya que se trata de obras muy trabajadas, que van de mano en mano cuando se realiza la tabla definitiva, en ocasiones se regalan a los colaboradores o a otros pintores y al final acababan tan deteriorados que eran desechados. Durero será el primer pintor interesado en guardar los bocetos de su maestro Martin Schongauer, iniciando una tradición que algunos imitarán.




Virgen del Canciller Rolin” (1435, Museo de Louvre, París). El donante de esta obra es Nicolas Rolin, durante cuarenta años fue Canciller de Borgoña y Brabante, uno de los personajes más influyente de la corte de los Duques de Borgoña y mano derecha de Felipe el Bueno. Fundó el Hospital de Beaune para el que Roger Van der Weyden realizó su famoso “Juicio Final”. La escena se desarrolla en una sala porticada (loggia) que parece la de un palacio italiano que se abre en profundidad permitiendo el estudio de la perspectiva y los detalles. Rolín viste un abrigo de brocado de oro con el cuello y mangas de visón, aparece de rodillas a la izquierda de la representación observando a la Virgen y el Niño que se encuentran sentados a la derecha. Sobre el reclinatorio tiene abierto el “Libro de las Horas”. A la derecha la figura de María, sentada con el niño desnudo sobre su regazo. Lleva un manto rojo, símbolo de la pasión y el sufrimiento mientras que un ángel sujeta una corona que va a depositar sobre su cabeza.




El tamaño de los tres arcos del fondo es desproporcionado con respecto a lo que le rodea. Se abren a un jardín con rosas y lilas que simbolizan las virtudes de María. Al fondo de este jardín aparecen las figuras de una pareja que se asoma al río por un mirador almenado, lo que nos indica que el edificio es un castillo. Junto a ellos dos pavos reales que tienen una doble simbología, la de la inmortalidad pero también la del orgullo. En el fondo se abre un paisaje urbano magnífico y un horizonte campestre. La línea central la forma un río en cuyo cauce hay una isla y con una notable actividad portuaria. Detrás de la figura de Rolin se abre la zona más deprimida de la ciudad, mientras que tras la imagen de María encontramos la zona más rica, con una magnífica iglesia gótica a la que parecen dirigirse todos los habitantes. Al fondo el paisaje se cierra con unas montañas nevadas.




El niño aparece desnudo y portando el símbolo de poder de soberano del Universo. Sus rasgos son los de un niño nacido en el norte de Europa y su mirada algo inexpresiva y su mano derecha en el gesto de bendición se dirigen hacia el canciller que frente a Él se encuentra en adoración.




El Canciller Rolin tenía una marcada personalidad e inteligencia. Cuando se realizó esta obra ya tenía más de sesenta años, y a pesar de las arrugas muestra una fuerza y energía propias de uno de los hombres más poderosos de Europa.




Retrato de hombre con flor” (1435, Staatliche Museen, Berlín). No es seguro que se trate de una obra de Van Eyck. Se trata de un hombre desconocido que lleva la medalla de la Orden de san Antonio fundada por Alberto de Baviera, conde de Hainaut.




La Anunciación” (1435, National Gallery of Art, Washington). Otra de las pequeñas obras maestras de Van Eyck, llena de detalle y colorido. En el interior de una Iglesia gótica se desarrolla este episodio del Nuevo Testamento. Rodeada de escenas que evocan el Antiguo testamento (David y Goliat, Sansón destruyendo el templo de los filisteos) en los capiteles, la alfombra y los tondos, la Virgen recibe el anuncio de su concepción virginal de boca de san Gabriel. Símbolo de su pureza: las flores. Sobre ella el Espíritu Santo de Dios. El ángel muestra una ligera sonrisa propia de muchas representaciones bajomedievales.




Retrato de Baudouin de Lannoy” (1435, Staatliche Museen, Berlín). Se trata de uno de los personajes importantes de la Corte de Felipe el Bueno, miembro del Toisón de Oro. Tiene un rostro tosco, ordinario, pero su vestimenta y el collar con el Toisón nos muestra su pertenencia a las clases dirigentes. Van Eyck nos retrata aquí a un personaje duro y poderoso.




Retrato de Giovanni Arnolfini” (1435, Staatliche Museen, Berlín). La datación no es conocida pero se considera que debe ser cercana a la del retrato que realizó al mismo personaje con su esposa. Arnolfini lleva un turbante al estilo italiano que se enroscaba en la cabeza haciéndolo girar sobre un eje de madera, tal y como lo representan también artistas como Piero de la Francesca y Paolo Ucello.




“Retrato de Jan de Leeuw” (1436, Kunsthistorisches Museum, Viena). Se trata de uno de los miembros destacados del Gremio de trabajadores del oro en Brujas.




Virgen de la Leche entronizada” o “La Madonna de Lucca” (1436, Städelsches Kunstinstitut, Frankfurt). Llamada así porque perteneció a Carlo Luigi, Príncipe de Lucca. Se trata de una Virgen de la Leche, tan común en el arte Flamenco.




La Virgen de Van der Paele” (1436, Groeninge Museum, Brujas). Es la segunda obra más grande del artista después del Altar de Gante o la Adoración del Cordero. Su tratamiento del volumen, el espacio y las luces y sombras es tan realista que nos muestra la maestría del pintor en su época de madurez. Parte de su técnica tiene mucho en común con el Quatroccentismo italiano, lo que nos indica que no debió ser desconocido para él. Sigue un esquema parecido al de la “Virgen del Canciller Rolin”, haciendo cercano al donante la imagen de una visión que dice tuvo: la Virgen y el Niño. El conjunto se representa en la Colegiata de san Donato en Brujas, lugar real en el que San Jorge a la derecha y san Donato a la izquierda presentan al canónigo Van der Paele a la Virgen y al Niño. La obra nos permite ver la zona del coro de la iglesia, hoy destruido, que es donde muchos piensan que debió situarse esta pintura. De esta manera Van der Paele trata de mostrar al mundo la realidad de su visión en el lugar exacto en que tuvo lugar. Esta pintura influirá poderosamente en Hans Holbein.




La Virgen con el Niño se encuentran en el centro de la representación de los dos poderes terrenales: el de la guerra representado por San Jorge a la derecha y san Donato que representa al poder de la Iglesia a la izquierda.




En las manos de la Virgen un ramo de flores, mientras que el niño sostiene un loro, son reflejos del Paraíso. Los dos observan al canónigo que medita sobre esta visión sosteniendo sus gafas y un libro de oraciones.




Lo más destacado del conjunto es el realismo y el detalle con el que Van Eyck llena la pintura: los brocados, las sedas y las pieles, así como los detalles de las esculturas que decoran el trono y los capiteles con temática de la Historia de la Salvación. Sobre los reposa-manos del trono vemos la escena de Caín y Abel (el pecado) y debajo Adán; y Sansón venciendo al león (el poder de la fe) y debajo Eva. En los capiteles la historia del Sacrificio de Isaac (Dios envía a su propio hijo como sacrificio para redimir al mundo).




El rostro del anciano canónigo es una obra maestra del estudio físico y psicológico en el retrato, del que el artista es precursor. Muestra a un hombre poderoso pero apocado frente al poder de aquellos a los que observa con reverencia.




Díptico de la Anunciación” (1436, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid). Se trata de dos hojas de un díptico realizadas en grisalla. La hoja izquierda muestra al Arcángel san Gabriel.




La hoja derecha muestra a la Virgen y al Espíritu Santo.




Tríptico de Dresde” (1437, Gemäldegalerie, Dresde). Nos ha llegado en su marco original. La tabla de la izquierda muestra al donante con el Arcángel San Miguel. La hoja Izquierda muestra a Santa Catalina.




La tabla central representa a la Virgen entronizada con el niño en una iglesia gótica y bajo palio, resaltando el honor.




El reverso de las hojas muestra la Anunciación en grisalla.




Santa Bárbara” (1437, Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, Amberes). Se trata de una pintura inusual para la época, muchos expertos tratan de explicar si se trata de una grisalla, de una obra inconclusa o de una obra acabada. Sobre un fondo de tonos amarillentos y azules realizados a lápiz realiza la figura de la santa con pincel. El marco es de mármol y lleva inscrito el nombre del autor y la fecha, 1437. Santa Bárbara aparece en oración con la palma del martirio en la mano, sentada frente a un edificio gótico en construcción.




Retrato de Margareta van Eyck” (1439, Groeninge Museum, Brujas). Retrato de pequeñas dimensiones de la esposa del pintor. Sin cuidar especialmente las proporciones, da una gran relevancia al rostro enmarcándolo en el tocado blanco. Este retrato marcó de tal manera a los pintores posteriores a Jan Van Eyck, que lo mantuvieron oculto en la Corporación de Pintores hasta la Revolución Francesa. Se ignora cómo pudo llegar hasta allí, ya que el artista nunca fue miembro del gremio y probablemente realizara este retrato para uso particular, como regalo de cumpleaños para su esposa que colocó la inscripción “mi esposo Johannes terminó este retrato el 15 de junio de 1439, mi edad es treinta y tres años” y añadió el lema en griego del artista “als ikh kan” (a lo mejor de mi capacidad) que es probablemente un anagrama de su nombre.




Virgen y el Niño en una fuente” (1439, Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, Amberes). La tabla está firmada y fechada con una inscripción “ IOHES DE EYCK ME FECIT CPLEVIT ANO 1439”, aunque está debe ser la fecha de finalización enmarque, que es donde aparece la inscripción, ya que la obra parece anterior, entre 1425 y 1430. La manera en que el artista representa a María y el niño es propia de época Bajo-medieval. Mantiene la simbología propia de la Virgen, como la fuente y las flores que indican concepción virginal y pureza. Los ángeles sustentan una tela de brocado que simboliza el honor. También utiliza los colores rojo y azul de pasión y gloria.




San Jerónimo” (1442, Detroit Institute of Art, Detroit, USA), iniciado poco antes de su muerte, fue terminado por los trabajadores de su taller. Se trata del Cardenal Niccolò Albergati que aparece representado como san jerónimo, tal como se puede leer en la inscripción sobre la mesa.