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viernes, 2 de abril de 2010

PINTURA GÓTICA FLAMENCA: DIERIC BOUTS

DIERIC BOUTS el Viejo (hacia 1415, Haarlem, hacia 1475, Lovaina), Pintor holandés de estilo gótico flamenco que pasó la mayor parte de su vida en la ciudad de Lovaina en la que desarrolló su carrera. Su hijo Dieric Bouts el Joven fue también pintor aunque no alcanzó su categoría así como su otro hijo Aelbrecht que tuvo mayor éxito.

Bouts se formó en Harlem y más tarde acudió a la Universidad de Lovaina donde trabajó para la Iglesia de San Pedro. Fue nombrado pintor de la ciudad en 1468 cuando ya pasaba de cincuenta años. Su gran inspirador y probablemente maestro fue Roger Van der Weyden, aunque también se aprecia la influencia de Jan Van Eyck.

Gran pintor de interiores y retratista, utiliza al igual que el resto de pintores flamencos el óleo sobre tabla. Interesado por la luz, que le hace utilizar colores brillantes, y la perspectiva, siendo uno de los primeros que sitúa un punto de fuga al fondo de la escena que le permite estudiar la perspectiva lineal. Sus figuras son estilizadas y sus rostros ovalados, llenos de sentimiento.

A la hora de pintar figuras humanas muestra más interés en el estudio de los voluminosos ropajes con los que los cubre que por el estudio anatómico. Cuando pinta cuerpos desnudos estos son cadavéricos y sin interés por el estudio naturalista de éstos.

Cuando pinta interiores suele abrir ventanas en los laterales que iluminan parcialmente las escenas, resaltando aquello que más le interesa mostrar, al tiempo que estudia el claro-oscuro. Cuando pinta exteriores la profundidad de los paisajes queda patente, como es tradicional entre los pintores flamencos. Se inspira en los paisajes que le rodean por lo que los tonos verdosos abundan.


Jesús en casa de Simón” (1440-1450, Staatliche Museen, Berlín). La escena nos sitúa en Lucas 7, 35-50. Una mujer de la ciudad sigue a Cristo hasta casa de Simón el Fariseo, comenzó a lavar sus pies con sus lágrimas y un ungüento y los secó con sus cabellos y los besó. Simón censuró a la mujer y a Cristo preguntándole si sabía qué tipo de mujer era esa. Cristo le respondió que ella había hecho lo que Simón no hizo al recibirle: lavar sus pies y darle el beso de salutación, y a la mujer le dijo: “Tus pecados, que son muchos, te son perdonados; porque has amado mucho; pero a aquellos a los que poco se les perdonan también aman poco”. La escena se sitúa en un cuarto estrecho y abovedado, en el lateral izquierdo abre una ventana que deja ver el paisaje y que inunda de luz la estancia. A la derecha de Simón, que es el único que va calzado al estilo del siglo XV, se encuentra San Pedro y a su lado San Juan que llama la atención sobre la escena de un dominico, el donante, que arrodillado y en posición de orar baja la mirada. El rostro del dominico es claramente un retrato y su estilo difiere del resto de los personajes, más idealizados. La disposición de la mesa muestra un auténtico bodegón, de los que eran tan comunes en el arte Flamenco; en él estudia las naturalezas muertas, dando especial interés al cristal, el metal y la cerámica; uno de los vasos está realizado en cristal según la moda medieval de “tallo de col”. El enlosado del suelo le permite estudiar la perspectiva y la luz de la ventana las sombras de los personajes.


Cristo preso en Getsemani” (1440-1450, Alte Pinakothek, Munich). Puede tratarse de una de las tablas que, junto a otras que veremos, formaba un retablo mayor sobre la Pasión de Cristo.



Políptico de la Virgen” (1445, Museo del Prado, Madrid), por el estilo puede confundirse con una obra de Van der Weyden ya que son prácticamente idénticos. Se trata de una tabla dispuesta en cuatro hojas cuyas escenas se enmarcan en arcos realizados en grisalla (técnica de pintura monocroma que trata de imitar escultura y relieves, se utiliza también en los bocetos), los arcos relatan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. En el conjunto podemos ver la originalidad de Bouts en los detalles cuidados.



El panel izquierdo muestra la Anunciación, en una estancia abovedada con la luz de izquierda a derecha y estudio de la perspectiva mediante las losetas. El ángel a la izquierda habla con María que, a su derecha de rodillas, baja la mirada en posición de turbación.



La segunda tabla muestra la Visitación de María a su prima Isabel, en un espacio abierto que le permite estudiar la profundidad de un paisaje flamenco y su luminosidad mediante el empleo de las diferentes tonalidades de verde. A la derecha una construcción plenamente flamenca. Las dos mujeres llevan las manos al vientre de la otra como reseñando su estado de buena esperanza.



A la izquierda de la tabla anterior encontramos la escena de la Natividad. En un portal con el tejado a dos aguas y en ruinas. Por la ventana trasera asoman varios aldeanos curiosos. En primer plano a la izquierda la imagen de la donante en pequeño tamaño adora al niño, mientras que San José permanece en un segundo plano meditando. El niño reposa directamente sobre el suelo, desnudo, su tamaño se ve diminuto ante la imponente imagen de María que permanece de rodillas a su lado. Al fondo, de nuevo, el paisaje holandés.


La hoja extrema derecha muestra la Adoración de los Magos, en el mismo escenario que la anterior. No se puede decir que en éste caso Bouts haya conseguido bien la perspectiva, ya que los magos, a pesar de encontrarse en diferentes espacios, aparecen del mismo tamaño. Encontramos en Bouts la diferenciación del Rey Baltasar que ya se muestra como un hombre de raza negra.


Entierro de Cristo” (1450, National Gallery, London). Es una de las obras primitivas de Bouts y está realizada en tela ya que se cree que se realizó para ser transportada a otro país, probablemente Italia donde aparece documentada en el siglo XIX. Al realizarse en tela se podía extender luego sobre la superficie deseada. Su calidad es menor precisamente por el hecho de estar realizada en tela, técnica que aún no había sido adecuadamente desarrollada. Para la fijación sobre la tela utiliza goma que mezcla con témpera. Al humedecer mucho la pintura lo que consigue es que los detalles no se vean tanto, ya que tardan en secar y se mezclan. El conjunto hace que no se vean los colores tan luminosos al no utilizar el óleo, a parte de que la tela con la témpera adquiere mucho más la suciedad. En la composición viste a las figuras con trajes flamencos de la época. Muestra la misma maestría que Van der Weyden a la hora de mostrar el dolor. Al fondo se ven las tres Marías, junto a ellas San Juan. A los pies Nicodemo coloca los pies del Señor en la tumba y a su lado la Magdalena. José de Arimatea es quien coloca el cuerpo en la tumba. El conjunto es un canto a la Eucaristía, dejando ver con claridad las heridas del Maestro, de las que brotó la sangre salvadora.


Resurrección de Cristo” (1450, Norton Simon Museum of Art, Pasadena). Probablemente formaba parte de un retablo junto con el “Entierro de Cristo” y “La Crucifixión” de Bruselas. Muestra a Cristo en el momento de salir de la tumba cubierto por el manto de la Pasión (rojo) y mostrando las yagas (Eucarístico). Estudia la perspectiva en la lápida de la tumba que coloca en diagonal uniendo la imagen de la Cruz a la de la Resurreción. Detrás abre el paisaje en perspectiva.


El Paraíso y el Infierno” (1450, Musée des Beaux-Arts, Lille). Hay documentos históricos que hablan de un “Tríptico del Juicio Final” realizado por Bouts, durante años se creía que estas dos tablas pertenecían a dicho tríptico, hoy se sabe que no es así, por lo que se piensa que no es un trabajo del autor.



Tríptico de la Pasión” (1455, Capilla Real de Granada). Es una de las obras en las que más claramente se aprecia la influencia de Roger Van der Weyden, especialmente del cuadro del Descendimiento.


La tabla central muestra la Deposición o el Descendimiento. La figura de la mujer de la derecha tiene mucho en común con una de las que aparece en el cuadro con el mismo tema de Van der Weyden.


La hoja izquierda muestra la Crucifixión y la derecha la Resurrección. De nuevo encontramos varias imágenes que son paralelas a las del cuadro de Van der Weyden, como es el caso de María que aparece desmayada en brazos de San Juan. La resurrección tiene mucho en paralelo al cuadro de Pasadena y de nuevo coloca la lápida cruzada sobre la tumba haciendo aparecer la imagen de la Cruz unida a la Resurrección.


Virgen de la Leche” (1455-1460, Museo Civic Correr, Venecia). Se trata de una de las varias imágenes que realizó sobre éste tema. Muestra gran ternura entre Madre e Hijo. Alude a la Pasión por el color del manto de María.


Martirio de San Erasmo” (1458, Sint-Pieterskerk, Leuven). Erasmo era obispo de Formia, cerca de Gaeta en Italia en el siglo V. De acuerdo a la leyenda murió en manos de los Lombardos en medio de una terrible agonía.


Bouts representa a San Erasmo desnudo tendido sobre una mesa a la que se encuentra atado de pies y manos. Su vientre se encuentra abierto y su intestino sale atado en un cabestrante al que giran dos verdugos que lo van extrayendo. Cuatro personajes supervisan la tortura, uno de ellos, barbado, parece el de mayor dignidad. Bouts no hace de la representación un episodio sangriento, y al mismo tiempo disminuye el dramatismo por el ademán indiferente de los personajes. Por detrás se abre un paisaje que es identificable con el de Lovaina, se trata de un paisaje que se prolonga en las tres tablas del Tríptico. Este tríptico es uno de los que mejor muestra a Bouts como maestro del paisaje.


La hoja izquierda muestra una imagen de San Jerónimo vestido de cardenal.


La hoja derecha del tríptico muestra una imagen de San Bernardo con su hábito de monje y el atributo de abad en sus manos.



La Piedad” (1460, Museo de Louvre, París). Realizado también sobre un paisaje flamenco, muestra quizás una mayor imperfección que otras obras a la hora de realizar las figuras, la postura del cuerpo de Cristo es forzada y las otras figuras: la Magdalena, María y San Juan, no están bien proporcionadas, especialmente la primera.


La Justicia del Emperador” (1460, Musées Royaux des Beaux-Arts, Brussels). Se trata de un díptico que trata un tema profano, lo cual es novedoso en un mundo dominado por lo religioso. Se trata de un tema de justicia pintado para el Ayuntamiento de Lovaina. Relata un episodio de la vida del emperador Otón III escrito por Godefroy, obispo de Viterbo en el siglo XII. La historia cuenta el episodio de la esposa del emperador, hija del rey de Aragón, que se había enamorado de un conde de la corte, al rechazar éste sus insinuaciones ella le acusó públicamente de haber atentado contra su honor. El emperador en un ataque de ira le mandó decapitar. La esposa del conde defiende la inocencia de su marido y es obligada a pasar la prueba del fuego para demostrar que dice la verdad. La esposa pasa la prueba de fuego, sobrevive y la mujer del emperador fue condenada a la hoguera. El primer panel muestra la ejecución del conde, mientras los emperadores observan. Dos escenas se unen en una, la llegada del condenado atendido por un monje franciscano, en la segunda el verdugo entrega la cabeza del difunto a su esposa. Los rostros de los presentes no muestran excesiva expresividad, salvo el emperador que muestra un rostro preocupado y enfadado, y la esposa que aparece llena de dolor. Bouts realiza un estudio de las veladuras en el tocado de la emperatriz.


El Segundo panel muestra una escena de interior, en el salón del trono se muestra la esposa del decapitado portando la cabeza de su marido en el regazo de rodillas ante el emperador que la observa asombrado. En la mano izquierda la mujer sostiene el hierro incandescente mientras atrae las miradas de los presentes llenas de asombro ante el milagro que presencian. Una segunda escena en esta tabla al fondo nos muestra la muerte de la emperatriz en la hoguera. Bouts gusta en esta representación de ser detallista en la realización de las vestimentas, los detalles de los trajes y el estudio de las veladuras son magistrales.


Retrato de un hombre” (1462, National Gallery, London). Muchos se refieren a Bouts como un pintor de retratos y quizás se deba a su maestría en este campo y su dominio del dibujo, como el ejemplo del que hablamos. El autor utiliza en este caso los tonos ocres principalmente, pero lo magistral reside en la realización del rostro que nos permite bucear en la psicología del personaje. Realiza también un magnífico estudio de las manos, que era la gran especialidad de su maestro Van del Weyden.


Retrato de un hombre” (1462, Smith College, Northampton, Massachussets). Se trata del boceto de un retrato.


Ecce Agnus Dei” (1462-1464, Alte Pinakothek, Munich). Aparece San Juan Bautista mostrando a Cristo a un donante que permanece de rodillas. El fondo juega con la perspectiva mediante la curva del río y las montañas que se elevan a sus orillas.


Retablo del Santo Sacramento” (1464-1467, Sint-Pieterskerk, Leuven), encargo de la cofradía del Santísimo Sacramento de Lovaina. Se trata de la obra maestra del autor. La tabla central muestra a Cristo en el gesto de instituir la Eucaristía, se trata de una manera novedosa de representar la escena ya que lo común era mostrar el momento del anuncio de la traición de Judas. Bouts demuestra de nuevo su especial atracción por la Eucaristía. A su alrededor dispone cuatro tablas menores en las que podemos ver escenas del Antiguo Testamento que prefiguran la Eucaristía: El encuentro entre Abraham y Melquisedec, La recogida del maná en el desierto, El sueño de Elías y la fiesta de la Pascua. Bouts siguió las indicaciones de los maestros de la Universidad de Lovaina Jan Varenecker y Aegidius Ballawel. Bouts demuestra en esta tabla su maestría como narrador.


En la tabla central encontramos la narración principal de la Última Cena: la institución de la Eucaristía. Cristo aparece majestuoso en el centro de la imagen, en mayor tamaño lo que le hace destacar frente a los 12 apóstoles. Éstos aparecen en actitud meditabunda, muy estáticos, como analizando el importante momento que están viviendo. Las figuras son elegantes, estilizadas y muy hieráticas. Dos de ellos rompen el conjunto dialogando entre ellos. Su disposición ordenada alrededor de la mesa y teniendo como eje a Jesús hacen de ésta composición una obra única. A su alrededor 4 sirvientes, uno de pie junto a Jesús que puede tratarse de un autorretrato del pintor, otros dos asoman por una ventana al fondo y otro permanece de pie en el lateral derecho. Lo más destacado de la composición es su estudio maestro de la perspectiva lineal tanto por el suelo enlosado como por la cubierta de casetones de madera y el mantel bordado con trazos de líneas, colocando el punto de fuga tras la figura de Cristo. Al tiempo abre una puerta trasera en forma de arco apuntado gótico y otra mas adintelada que le permiten seguir estudiando la profundidad. Las ventanas izquierda llena la estancia de luz que permite el estudio del claro oscuro. Sobre la mesa hace el estudio de un sencillo bodegón con objetos de metal y de cristal.

Tabla superior izquierda: “Encuentro entre Abraham y Melquisedec”


Tabla superior derecha: “El Maná en el desierto”


Tabla inferior izquierda: “La Fiesta de la Pascua”


Tabla inferior derecha: “El sueño de Elías”


Virgen de la Leche” (1465, National Gallery, London)


"Virgen con el Niño” (1465-1470, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid)


Martirio de San Hipólito” (1468, Museum of Sint Salvator Kathedral, Brujas), realizado originalmente para decorar el altar de la Catedral de Brujas. La tabla central muestra el martirio del Santo, despedazado por cuatro caballos que tiran de cada uno de sus miembros. Hipólito era un soldado romano del siglo III encargado de custodiar a los cristianos durante las persecuciones, gracias a lo cual se convirtió y fue condenado al martirio por acudir al entierro de un grupo de mártires. Sitúa la escena en un terreno empinado sobre el que destaca el cuerpo blanquecino del Santo frente a los elegantes y luminosos trajes de sus verdugos vestidos según la moda de Flandes. Detrás tres personajes observan la escena con indiferencia. La tabla que compone la hoja izquierda fue realizada por Hugo Van der Goes, que debió terminar la obra inconclusa de Bouts o bien colaborar con él. Los donantes salen claramente de mano de éste pintor. Se trata Hippolyte de Berthoz, tesorero de Carlos el Temerario, y su esposa Elisabeth Hugheins. La hoja derecha muestra un grupo de caballeros y su explicación no es clara.


Retrato de hombre” (1470, Metropolitan Museum of Art, New York). Se trata de un fragmento de lo que era una obra mayor que no nos ha llegado.


Virgen con el Niño” (?,Koninklijk Museum voor Schone Kunsten, Amberes). Hay dudas sobre la autoría de esta obra por parte de Bouts, pudo ser realizada por alguno de los miembros de su taller siguiendo su estilo.


Virgen con el Niño” (?, Metropolitan Museum of Art, New York). Se trata de una de las copias que realizó Bouts de la imagen de la Virgen de Cambrai (s. XIV) que a su vez se dice que era la reproducción de un icono bizantino cuya autoría se atribuía a San Lucas y que se decía milagrosa.